¡Oh Casto y Origen de Altísimo! Yo me entrego por hijo tuyo, y en honor y cielo de tu pureza, te ofrezco mi alma y cuerpo, mis potencias y sentidos y te suplico me alcances la gracia de no cometer nones pecado alguno. Además. Grande príncipe celestial, eres tan https://bookmarkstown.com/story17929021/los-principios-b%C3%A1sicos-de-oracion-simple