Zidane se movía con la prestancia de un torero. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://mollyroxs420319.dreamyblogs.com/38928687/la-provocación-detrás-del-cabezazo-de-zidane