Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en un https://alvinvles340946.blog5.net/86721331/todo-sobre-el-cabezazo-de-zidane-en-el-mundial-de-alemania